Claudia Roffé
Happy Mangement®️ Master / Coach Ejecutiva / PNL Trainer con Postgrados en Bioneuroemoción®️
Hace 3 días me levanté con la palabra “Pausa” revoloteando en la cabeza. La Real Academia Española la define como breve interrupción del movimiento, acción o ejercicio.
Pero eso no es lo que quería compartir, porque esta “Pausa” que seguía revoloteando, no definía eso que estaba viviendo. Fue así, como ayer mágicamente hablando con Sarita, una amiga, me regaló una muy buena aproximación, ella hablaba de “Mientras tanto”.
Obviamente, volví al diccionario por las dudas: Mientras tanto (locución adverbial) durante el tiempo que…
Entonces me dije: esto que estamos viviendo no es cualquier pausa, más bien es o quiero elegir que sea un “Mientras tanto”.
¡Ahora sí! Me convencí. Sarita me había regalado eso que quería gritarle al mundo, bueno está bien sin exagerar, eso que quería escribir para el que quiera leerme.
Estamos en un mientas tanto y fue entonces que se me ocurrió a manera de ejercicio, completar la frase:
Mientras tanto dure esta cuarentena voy a…
Como completar los puntos suspensivos pareciera que está siendo: “hacer eso que realmente me importa, que quería, que estaba postergando, que me había olvidado, que no sabía me hacía tan bien, etc”.
¿Qué es exactamente? No lo sé, tampoco es que la tenga tan clara, sin embargo lo que te aseguro es que tengo el tiempo suficiente para descubrirlo, y sé que muchos de ustedes (si quisieran) también.
Te lo digo porque me encuentro con publicaciones, posts, frases, diálogos como: Mientras tanto… he podido terminar de leer el libro que tenía postergado, he podido crear un proyecto nuevo, he podido llamar a mi papá todos los días y hacer videollamada con mis primos que están en diferentes lugares del mundo, me reuní (virtualmente) con un grupo de amigas que no veo hace 4 años (¡ahí estaba Sarita!), almuerzo todos los días con mi marido y mis hij@s, le cociné a mi familia ese clásico que tanto les gusta, hice la tarea con ell@s, estamos jugando en mi hogar todos los días, miramos un película juntos, volví a escribir… ¿Sigo?
Lo dejo acá, sólo son algunos ejemplos para que vos completes con todo eso que mientras tanto hiciste en estos días…
Obviamente que no todo es color de rosa, la pandemia con “coronita” trajo caos, complejidad, incertidumbre y aparecen emociones como el miedo, pánico, fobia, espanto, vulnerabilidad, sobresalto, enojo, ira, indignación, impotencia, furia, frialdad, resentimiento, fastidio, malhumor, tristeza, decepción, aburrimiento, sufrimiento, dolor, duelo, desilusión, amargura, soledad, nostalgia…
Cuanto hace que no te permitías mirar y descubrir eso que estabas sintiendo y ponerle el nombre preciso para poder profundizar y gestionarlo de la manera más funcional posible.
¿De qué te estás dando cuenta mientras tanto?
(Aquí si… has una pausa y piensa tu respuesta)
Y entonces te darás cuenta que al rato o al día siguiente… de repente algo más pasa, alguien habla, surgen ideas, lees algo y en medio del aislamiento conectas nuevamente con lo finito de este tiempo, dándole permiso a la confusión, el desconcierto y la rareza que vienen acompañadas de la sorpresa, la extrañeza y el asombro; comienzas a respirar, meditar, cocinar algo rico, jugar, a trabajar diferente, estudiar de otra manera, y mientras tanto… aparece algo de satisfacción, relajación, comienzas a entender mejor esto del mindfulness, vuelves a saborear una comida, un buen vino, aparece la armonía, el equilibrio, bienestar, gozo, dicha… y aparece el “estado Flow” donde disfrutamos porque logramos mezclar sabiamente las dificultades con nuestras habilidades, que tan bien lo transmite el amigo y psicólogo Mihály Csíkszentmihályi (te lo recomiendo mientras tanto 😉).
Por eso he decidido mientras tanto escribirte y nombrar muchas emociones, porque desde que trabajo con ellas me doy cuenta de que el Dr. Rafael Bisquerra tiene razón cuando nos dice que nos falta lenguaje emocional.
Muchas veces no sabemos definir eso que nos pasa y qué mejor aprovechar este mientras tanto para darnos esa atención que nos merecemos y aprender a definir eso que nos pasa, eso que te pasa a vos, eso que les pasa en tu pareja, eso que le pasa a tu hij@, en tu hogar, con tus amig@s, equipo de trabajo, con tu vecin@, con tu carrera o profesión, con lo que estas estudiando, con tu propósito, con tu trabajo, proyecto, etc. etc.
¿Por qué? Porque el primer paso para desarrollar nuestra inteligencia emocional es la conciencia y poder ponerle nombre a eso que nos pasa. Si deseamos hablar de felicidad seriamente (como dice July, otra amiga), es muy importante que lo podamos definir, analizar, para luego regular e ir experimentando la manera más efectiva y funcional de gestionar todo eso que sentimos y que nos hace seres humanos emocionales que razonamos.
Para terminar, te invito a que dediques un poquito de tu tiempo a descubrir eso que sientes, a ponerle nombres, a disfrutar que estás vivo y que hay mucho que aún puedes hacer mientras tanto…
¡Disfruta de estar ahí, mientras dure!
PD: Si esta publicación te gustó, regálame alguna palabra o comentario y si quieres déjame tu email que tengo un ejercicio super simple para que practiques tu consciencia emocional. ¡Gracias!
clauroffe@gmail.com
CERTIFICACIÓN INTERNACIONAL DE COACHING CON FUNDAMENTOS EN PSICOLOGÍA
¡ES TU OPORTUNIDAD!
FECHA DE INICIO : 18 de noviembre del 2021